Los niños que pintaba Chihiro
Se dice que Chihiro podía bosquejar libremente las figuras de los niños sea cual fuera su apariencia. La pintora que hacía bocetos de su hijo y sus amigos observándolos diariamente, guardaba en la memoria las imágenes de los cuerpos de los niños que se movían llenos de vitalidad. “Dentro de mí existen muchos niños. Y esos niños brotan de la punta de mi pincel.”, comentó una vez. Con los encantos de cada estación de trasfondo —las flores de primavera, la lluvia silenciosa, la brisa del inicio del verano, la luz resplandeciente de la playa— los niños rebosan de vida, llenos de nuevos descubrimientos, sorpresas y emociones. Los niños de las pinturas de Chihiro despiertan ese sentimiento de inocencia en las personas que las contemplan.